El día a día constante, aveces agobiante; cuando nadie te escucha, se vuelve necesario recurrir a un alivio, que te permita sentirte libre.Recurrir porque recurrir, por salvarte, por sentir que algo de lo que sientes se pude leer, aunque solo tú lo hagas. Escribir consuelo de muchos, refuerzo aveces psicológico para ahogar angustias o sentimientos, felices, tristes o solo por descargar. Me resulta muy cómodo entender mi propia letra, con cansancio detecto mis errores de forma al escribir con rapidez, con alegría o algún otro sentimiento difícil de describir, sé cómo sentía de solo leer y analizó mi vida a través de mi escritura. Escribo confesiones las llamo así porque sé que de algún modo salen de tu mente y corazón las más profundas palabras pensadas y sentidas por cualquier circunstancia y las confesiones no cualquiera las puede entender de ahí las confesiones.