Helena tiene la reputación de ser la chica mala de la escuela, sin embargo Ben sabe muy bien que las personas suelen pornerse máscaras para esconderse y que las reputaciones, malas o buenas, siempre funcionan como un refugio para ocultar heridas. Él es el delegado del curso, todo lo opuesto a ella y por eso mismo quiere conocerla, saber quién es verdaderamente esa chica. Helena no suele bajar la guardia ni dejar que nadie se acerque, pero cuando Benedict empieza a tratar de descubrir la verdad sobre ella sin hacer caso a los rumores que circulan, empieza a sentir curiosidad por conocerlo a él.