Estaba sentado prestando a la clase de matemáticas cuando una bola de papel en forma de mensaje cae en mi cuaderno, no tenía ni que voltear para saber que era el nefasto de Theo, «Te tengo que decir algo importante, nos podemos ver en tu casa» ¿En mi casa? ¿Por qué quería verme en mi casa?, y ¿que tenía que hablar conmigo? No tenía ni idea, pero lo que menos me imaginaba es que ese mismo día terminaría despertando al lado de Theo Raeken.