Victoria

Victoria siempre fue una niña notablemente bondadosa y abnegada, buena en clases y con las personas a su alrededor, quien la conocía quedaba encantado con la pequeña, aunque en su casa ninguna de esas virtudes eran tomadas en cuenta y es que, a pesar de que siempre se mostró complaciente con su madre y sus múltiples amantes, esta siempre la trataba como una basura, incluso le había dado ese decadente y humillante nombre. Al tener tan buen corazón, Victoria había aceptado sin protestas vivir de esa manera, pues, a pesar de todo seguía queriendo a su madre y aprendió a vivir con ello.

Pero un día, esa misma mujer que se hacía llamar madre la entrego a unos terribles hombres que violaron y maltrataron su joven cuerpo, a tal punto de llevarla a una triste y temprana muerte.

En ningún momento se esperaría lo que sucedió después. Cuando la pequeña solto su último suspiro, un gran hombre de rostro amable y dos grandes protuberancia saliendo de su frente, la reclamó del mundo mortal y se la llevó al lugar más profundo de las tinieblas, donde le dio un hogar realmente cálido, este señor era el diablo y también su padre para variar.
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Quizás tenga vocabulario ofensivo y algo de sexo salve y litro y litro de sangre, todo queda bajo los criterios del lector.
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