TMBZ
Era un miércoles de abril soleado y sin un atisbo de nubes cuya agradable temperatura animaba a dar un paseo y así sin más me decidí a pasar unas pocas horas fuera de casa. El día era agradable con una temperatura de veinte grados, sin un atisbo de nubes donde los rayos de sol iluminaban la ciudad.
Para hacerme compañía decidí echar en la mochila una cámara de fotos y un libro, el que en esos momentos, y desde hacía una semana, había comenzado a leer. Su lectura me hacía internarme en una aventura de la que me abstraía de mis problemas mundanos. Ésta era una aventura de misterio sobre un pozo horadado bajo el mar en el que se encontraba, según la leyenda de la comarca, el tesoro de un cruel pirata del siglo XVII en una isla cercana a la bahía de Maine, EEUU.
Una vez en el andén de Sant Martí, línea 2, y mientras esperaba el metro que me llevaría al Passeig de Gràcia ya que por casualidad aquél miércoles había caído en 23 de Abril, día del libro y de la rosa en Cataluña, una fiesta que se había exportado con los años al resto de la península ibérica y a varios rincones del mundo, extraje de la mochila el libro que tantos buenos momentos me estaba haciendo pasar.
No pasaron ni tres minutos cuando llegó éste con lo cual subí a bordo con la sana intención de pasar un buen rato en su interior hasta que me bajara en la parada que me había propuesto como meta.