Me encontré confundido, algo aturdido. Específicamente, en una sala de recepción. Fue lo que noté cuando mis ojos se abrieron y observé mi alrededor. Dos enfermeras me ayudaron a incorporarme y a bajarme de la camilla. Me condujeron a un escritorio y me senté. Todo era de claros colores. -¿Sería tan amable de proporcionarme sus datos?- dijo la mujer del otro lado- su nombre por favor. -Miles- dije nervioso. ¿Por qué le estoy dando mi nombre a una desconocida? No... espera eso no es lo importante. ¿Qué hago aquí? ¿Y mis padres?- pensé. -¿Apellido?- preguntó con paciencia. -Miles Becher, mi apellido es Becher- me sudaban las manos. Mis ojos daban vueltas por toda la habitación inspeccionando cada detalle. Se levantó del escritorio, apoyó sus manos en mis hombros y con una agradable sonrisa dijo: -Bienvenido al Hospital para almas, Miles. Tu habitación es la número 408, puedes encontrarla en el segundo piso. Primeros picos de la novela: >Puesto #15 en Espiritual --> 24/03/2016 >Puesto #16 en Espiritual --> 19/03/2016 >Puesto #24 en Espiritual --> 11/03/2016