La chica perfecta, la casa perfecta, las calificaciones perfectas, la familia perfecta y la vida perfecta. Todo tiene que ser perfecto para Sofia, y para eso tiene cinco reglas:
1- No parecer débil frente a los demás.
2-Tener una sonrisa todos los días.
3-No demostrar lo que sientes a los demás.
4-Lo que pasa en casa, queda en casa.
5-No dejarse llevar por ningún chico.
Todo está bien hasta que llega a su nuevo instituto, donde todo el mundo la mira como si fuera inalcanzable, un ejemplo a seguir, todos excepto Daniel. El es un chico guapo, rebelde y como diría Sofia, un idiota.
Daniel cada vez se está acercando más a ella, pero Sofia solo quiere que se aleje por que sabe que si tiene contacto con el, todo se iría a la ruina, y obviamente no es lo que quiere para su familia.
Pero, ¿Y si su vida cambiara, pero con un chico en sus planes? Todo puede pasar.
Andy siente que todo le sale mal: acaba de ser rechazado por la chica que le gusta y necesita ayuda urgente para aprobar sus exámenes o tendrá que recursar en las vacaciones de invierno. Para colmo, su madre le consigue el peor tutor de todos: Edward, el chico más grosero, antipático y con fama de ser homofóbico. El escenario no podría ser peor.
Sin embargo, con cada tutoría, descubre que Edward es todo lo contrario: es amable, divertido y está secretamente enamorado de otro chico de la escuela.
Andy, al descubrir que Edward no es lo que todos piensan, decide ayudarlo con consejos de conquista a cambio de las tutorías, no obstante, a medida que pasa el tiempo, la relación entre ambos se fortalece. Mientras Edward sigue los consejos de Andy y parece que está conquistando al chico que le gusta según sus propias palabras, Andy comienza a cuestionar sus propios sentimientos.
¿Podrán conseguir la conquista perfecta o descubrirán que el amor verdadero está más cerca de lo que imaginaban?