Había anochecido, frío y viento quisieron recibirnos en un estacionamiento. Suspiré, definitivamente todo era un misterio lleno de luz, contra mas me adentraba mas misterioso y sorprendente me resultaba todo. Se iban acumulando conversaciones, una detrás de otra sin sentido alguno, mientras leía en sus ojos algo así como "Tonto", y pensando que no había hecho nada anormal bajé mi mano derecha para tocar suavemente su pierna con la yema de los dedos, casi acariciándola con el puro aire. Reclinó su cabeza en mi hombro izquierdo y lentamente colocó su mano rozando mi pecho mientras cerré los ojos para parar el tiempo. Nuestros dedos entrelazados empezaron a juguetear, como si tuvieran conciencia propia, como si de una melodía tocada con un piano se tratase, pasando por el brazo hasta llegar a la cara. Pienso que estaba aprendiendo a bailar por primera vez. Cruces de miradas, el silencio y el brillo de sus ojos eran la música de esa noche, no se necesitaba mas, labios que ya se conocían de antes, como si dentro de nuestros subconscientes ya se hubieran encontrado. Algo tan real que el tiempo corría para todo el mundo, incluso para nosotros, no existiendo mayor logro que envejecer siendo joven en espíritu y alma.
Cuando Jana, una talentosa y apasionada arqueóloga, es elegida para un proyecto de exploración por el gobierno, no imagina que esta misión cambiará su vida para siempre cuando conoce al comandante Maximilian Hoffmann; el prometido de la mejor amiga de Jana, por más que intenten evitarlo la atracción se vuelve cada vez más insoportable entre ellos, mientras se embarcan en una peligrosa expedición que los hará vivir una aventura llena de mentiras, secretos y erotismo. ¿Logrará Jana evitar mezclar sus sentimientos y su deseo?