Mientras buscaba en la biblioteca de la casa de mi tia Luna, un libro forrado en piel con un pequeño listón rosa llamó mi atención. Al sacarlo de la estantería y abrirlo, una fotografía y unos pétalos de girasol ya negros, salieron de el. Era un libro. Sin título ni autor. En la fotografía salían dos jóvenes: ella, una chica muy atractiva, de unos veintitrés años, el cabello riso y negro brillante. Unos ojos mieles y una piel tan pálida que el vestido azul que llevaba resaltaba más que sus finos labios rojos. Y miraba al chico a su lado con desagrado. De más edad que el chico a su derecha, de ojos negros, pelo azabache, complexión atlética, tomando de los hombros a la chica y sonriendo como idiota. -Qué asco. - Pero su atención estaba en esa mujer, esa que tiene fotografías con todos incluyendo su tío Ben. Esa que cuando pregunta quien es todos se ponen nerviosos e intentan salir del tema. Si algo ocultaban ella iba a descubrirlo. Corrió al despacho de su tio y puso seguro. Asegurándose de tener las llaves con ella - Necesito saber quien eres.