Resumen:
No podía creerlo en verdad esto era insólito, como yo Hades el dios del inframundo había acabado así, era tan humillante y todo por culpa del, si por el estúpido de Zeus, quien diablos se creía para hablarme de esa manera, como osaba ordenarme subir al monte olimpo.
- Me niego- grite rojo lleno de furia, mientras observaba como Hermes el dios mensajero me miraba con diversión.
- Es una orden Hades, y más te vale cumplirla si no quieres hacer enojar a Zeus- me dijo, y no sabe cómo odie el escuchar ese nombre, me mordí el labio y trate de contener mil impropiedades que trataron de salir de mi boca.
- Pues me vale un bledo, si cree que tengo un motivo para obedecerlo- gruñí y me fui encerrar a mis aposentos, me sentía cansado y agotado y estaba casi seguro que él era el culpable.