"Los humanos querían usar la ropa de los dioses, querían hablar como dioses, reinar como dioses. Sin embargo, éstos no toleraron semejantes pensamientos en los humanos... En el destruido mundo, carcomido por la ambición y el egoísmo, los humanos se convirtieron más en animales que los animales en si. Sosteniendo cuchillos en un intento de reinar unos sobre otros, comenzaron a masacrarse entre sí. Pero la esperanza llegó, cuando el rumor de una niña bendecida de nacimiento por un don, comenzó a extenderse por todo el reino, llegando de boca en boca más allá de las murallas que separaban las distintas regiones. Pero el problema era que nadie conocía el rostro de aquella chica, su apariencia era desconocida y un total misterio, se podría decir que era como un fantasma, un ente del que sólo se sabía el nombre. (T/N)."