Imagina estar en el infierno, no hablemos del de llamas y Satanás, sino tu propio infierno. Ese mal sueño, esa pesadilla, el infierno que tú has personalizado a tu conveniencia. Ahora imagina que vives ese infierno, que no es una pesadilla, sino una realidad que pasa día tras día y que no puedes detener, que no se puede parar excepto con tu propia muerte, que vives en la oscuridad, sin luz, sin salida y donde la palabra esperanza es solo eso, una palabra. Ahora imagina que tienes la oportunidad de salir de ese infierno, donde por fin la esperanza es una realidad y donde toda oscuridad ha sido eliminada. Sólo... Imagina, que por fin eres libre... Eso me paso a mí, ahora por fin puedo decirlo sin miedo, sin ataduras, sin tormentos, sin maldad... Sólo yo, con mi maravillosa, inigualable y preciosa VOZ...