Antonio Gaos, un joven inspector, colabora con la policía de Madrid. Intentan resolver la misteriosa aparición de una chica en condiciones muy deplorables. La joven es encontrada a las orillas del Río Mazanares, con marcas en sus muñecas, arañazos en su torso y moretones en su rostro. Al lado de la victima los detectives encuentran una carta, posiblemente la pista crucial para resolver el enigma, tantas similitudes con crímenes pasados llevan a la policía de la capital española, a reabrir el "Caso124: Rosas Marchitas."