Olympus; El oráculo perdido

Definitivamente comienzo a odiar a mi madre.
Quiero decir, es linda y todo pero cruzo la raya cuando hizo que nos mudásemos. No es que pueda quejarme con mi padre porque, bueno, no lo he visto nunca en mi vida.
Si a todo esto le sumamos que el primer día de clases unos chicos como gorilas se acercaron a molestarme y yo como resultado queme un árbol entero, podría decirse que no es mi semana. No sé que esta sucediendo pero no me gusta, y juro por Dios (o dioses) que si mi padre tiene que ver con todo esto, lo voy a matar.