Te odio, y sin conocerte. Saliste huyendo después de que tropezaras conmigo. Por suerte este numero estaba escrito en un papelito que encontré después de que te marcharas. No dude en guardarlo en mi móvil, quería agradecerte por arruinar mi momento de felicidad. Había reunido dinero para comprar esa nutella. Ten una hermosa noche. ¡Grandisimo idiota!