«-"¿Qué porqué a ti? ¿qué quieres escuchar? ¿Qué eres una elegida? ¿qué te necesito para ser una nueva asesina? ¿qué no eres como las demás chicas que me han invocado? Todo eso son estupideces. Tú haz querido esto, así que eres solo un juguete, entre otros. No te emociones niña; que sentimentalmente no ocurrirá nada. Lo repetiré; es un simple juego. Así que, desde ahora, seguirás mis reglas y cada orden que te diga. Claro, si no quieres morir. Por lo pronto, te visitaré, a la hora que yo quiera, cuando quiera y donde quiera. Solo espero que me entretengas durante este tiempo, si no, creo que ya te imaginarás que pasará. Te deseo la bienvenida a este hermoso juego. La nueva pesadilla de tu vida. Y espero, que logres dormir, cariño." Y, fue allí, cuando desapareció. -¿Qué he hecho?». [¿Clichés? Ve a buscarlos en otras historias, si tanto te gustan.]