El día que decidió apagar la cámara no se imaginó a si mismo en una depresión constante, en una lucha por salir adelante o acabar con su vida de una vez por todas, y sin Mangel, sin la única persona que le ayudaba a superar sus miedos, él ya no estaba, Rubén lo sabía bien, pero, ¿y si la persona que más te hace daño es la que logra repararte?