La tensión entre la Unión Diplomática y el Archipiélago de Adil crece ante el rechazo de este último a un tratado en donde, a cambio de apoyo monetario para el desarrollo de nuevas tecnologías en la zona, debe ceder gran parte de sus tierras para la posterior creación de una base de investigación científica y militar (perteneciente a la UD), además de que deberá pasar a ser Protectorado kerkeriano de Adil. Leopold Hertz, un joven teniente de 26 años, recuerda su infancia en la posguerra y el dolor que vio en ella, mientras que todas las noches lo atormentan en sueños las víctimas agonizantes de la bomba que hizo desaparecer toda una ciudad. Su ciudad. Y ahora, frente a los conflictos que se presentan entre la UD y el Archipiélago, una nueva amenaza demasiado peligrosa comienza a asomarse por el horizonte y apunta hacia las islas adilianas. El teniente Leopold, miembro del Departamento de Defensa de la UD, deberá decidir entre decir lo que sabe y salvar a miles de personas, o dejar que todo pase poniendo como prioridad la lealtad hacia su nación, y ser testigo de cómo un arma completamente devastadora arrasa poco a poco con la humanidad.