Primera historia en Confesiones de una Princesa. El futuro de Alemania se ve prometedor, pero no el de esta ex princesa que era la comidilla de la prensa y del parlamento alemán. Charlotte Luttenberger era una joven aristócrata que nunca le había importado el qué dirán los demás y jamás lo haría, razón por la que su padre, quien ya no era perteneciente a la realeza decide asignarle un tutor a la menor de sus hijas a causa que su última travesura se le fue totalmente de las manos. Por otro lado, Gabriel Midford, un agente especial capacitado para las misiones más difíciles nunca imaginó convertirse en el niñero de una jovencita de veintitantos años. No estaba muy feliz de serlo, pero debía cumplir con su deber, el de proteger y corregir a la rebelde y hermosa muchacha. Sin embargo, él ignora que detrás de esa fierecilla busca problemas existe un secreto que ella guarda celosamente y que hará que la vea completamente con otros ojos.