Había despertado de una terrible pesadilla, una en la cual me sentía de lo más impotente, no podía ayudar a Malia, no la podía salvar. Ese día lo primero que hice al verla fue abrazarla, pero después de algunas horas en el instituto, Malia se había saltado clases y no estaba por ningún lugar, ahora tendría que encontrarla, no sé a dónde haya ido, lo único que se, es que nunca nos dejaríamos.All Rights Reserved