Nada Que Ver

¿Qué haces cuando la única persona que te puede hacer feliz, es precisamente la que te hace llorar?
Si hay algo que yo Maryling Huttsom puedo afirmar, es que estoy segura que con él, no hay nada que ver.

Siempre he pensado que hay personas que dejan una marca imborrable en la vida o en el alma, una huella que quizás nunca puede ser borrada y es porque a veces el problema es que tu corazón no quiere admitir lo que tu mente ya sabe.

A veces el amor y la amistad se cruzan y a alguien le toca sufrir; no me arrepiento de todo lo que senti por ti o te dije, más bien te agradezco porque aprendí de ti muchas cosas, conocí el amor y ahora una decepción; vaya que te quise mucho, muchísimo; te pensaba, te anhelaba, te esperaba, te soñaba, te escuchaba, consolaba y te quería. Vaya que te di lo que no quise darle a nadie y no me arrepiento, tan solo me hubiera gustado que te dieras cuenta de lo que hacia.

Y como dijo Nicolas Andreoli, no sirve eliminar y bloquear, no sirve intentar olvidar. A las personas hay que soltarlas desde adentro, aceptando que ya no forman parte de nuestro camino.

La mayoría del tiempo he sentido que te perdí, pero tal vez no te perdí, tal vez nunca te tuve. Y no te culpo, ni tengo cargos de conciencia, de hecho culpo al tiempo que nos juntó en el momento equivocado, culpo al destino que ahora quiso separarnos y aunque me alegra tu felicidad, me entristece que no sea a mi lado.

Con el tiempo sé que las cosas caen en su lugar, mientras tanto me reiré de la confusión, viviré los momentos dejando que toda fluya y por ultimo entenderé que las cosas suceden por alguna razón. Y aunque todos los días espero que algo ocurra, sé que no va a suceder. Así que si me alejo no es porque no te quiera, es porque me quiero lo suficiente para saber que estar contigo me hace daño.

A pesar de todo me sacaste miles de sonrisas, hoy son lagrimas pero mañana serán recuerdos.