Atheena se guiaba por las estrellas, su mayor sueño era llegar a ellas y convertirse en una para brillar en la gran infinidad de ese enorme mar que llamamos cielo. Un día se le presenta una hada misteriosa que dice venir de las estrellas, se presenta como Genevieve. Le permite ir a las estrellas a cambio de sus ojos celestes del mismo color del cielo infinito. Atheena acepta después de mucho pensar, y le entrega sus ojos azules como el cielo al hada Genevieve. El problema es, si no puedes ver las estrellas con los mismos ojos, ¿para qué estar en ellas? Imagen de la portada por @Polillas.
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