Aveces es mejor no saber algunas cosas, esconder la verdad y dejar que las cosas pasen como deben de ser. Porque cada destino ya esta escrito, todo suceso bueno o malo así debió ser desde un principio, nadie es dueño de su propia vida. Los creyentes le llaman destino, los realistas le llaman coincidencia, los ignorantes le dicen ¿Por qué a mi? Guillermo Díaz y Samuel de Luque, una amistad tan común y corriente como las demás. Dos personas felices sin dar marcha atrás, tampoco sin un futuro que formar. La importancia de vivir al momento se empieza a comprender hasta que empezamos a perder las cosas, hasta que la vida nos pone un limite y poco a poco nos ahorca. Si tan solo alguien le hubiera advertido antes lo que era la vida...pero el hubiera no existe.