Lucille y el tiempo eran como uno mismo. Ella podía viajar a diferentes épocas. Futuro y pasado. Caminar entre mundos mágicos inimaginables. Mundos horribles o hermosos, ella los visitará... O los visitó. Uno de esos mundos era Neverland y aunque llegó a él de la manera menos convencional en la espalda de un chico, ella se quedó ahí para tomar unas vacaciones mientras una gran horda de seres mitológicos la perseguía. Peter Pan, dueño de aquel mundo, no la quería en su territorio, pero dependía de Lucille, no sólo por protección sino por su corazón... Literalmente. ¿Alguien dijo que Peter Pan era un niño dulce enamorado? Pues ese alguien debería saber que Peter Pan encerró a Wendy en una jaula por años y que no era un pan dulce de dios. ¿Quién dijo que era un cuento para niños? Era todo menos un modelo a seguir. ⫸¡Publicado desde 2015!⫷