Jorge, de treinta y cuatro años, un hombre maduro hecho y derecho, era un tipo que se dedicaba a la Osteología, siempre le había excitado y encantado los huesos humanos, los de él y los de otras personas, siempre miraba las manos de las personas, y cuando éra verano, veía a las jovenzuelas en sus ojotas, observando sus dedos, uno por uno, para ver como estaban clasificados, cuál era mas largo y cuál más corto, cuál más flaco y cuál más gordo.
Pero un día, éste joven conoció a la mujer con una belleza extraordinaria, labios color fresa y cabello como el girasól, esbelta y blanca como un 'hueso', es como diría Jorge, inmediatamente fue a pedirle no su nombre, sino su mano en matrimonio.
Pero.. ¿Él habrá sentido atracción por ella ese día? ¿O simplemente fue algo 'normal' desde su perpectiva? Hasta el día de hoy no se puede haber sabido, luego de cinco años de su despedida.
¿Porque había tanto alboroto? se preguntaban los jóvenes universitarios regresando de un fin de semana de excursión, muchos murmullos y palabras de pánico de otros leyendo la nota pegada en el mural escolar...
"El Chismografo que tanto habían deseado y llenado ya Sido robado por mí no intenten buscarme a mí o a la libreta porque no es posible que la encuentren así que cansado de la hipocresía de algunos y los sentimientos reprimidos de otros estaré publicando cada anotación... Los secretos no son eternos y menos para mí que busco algo de diversión tienen el poder de enfrentar sus miedos el día que salga su confesión o chisme. Como muestra de que no soy mala persona no publicaré quien la escribió, les deseo suerte a todos"