¡Es muy genial ir a vivir solo! ¿No lo crees? Sólo piénsalo... Puedes hacer lo que tú quieras, como personalizar tu casa entera (no importa, ¡es tuya! ¡Pinta las paredes, llénalas de pósters! Hazlo a tu antojo). Si quieres leer sin que te interrumpan, meditar, escuchar música a todo volumen, inventar tus propias recetas de cocina sin tener que preocuparte por envenenar a alguien (aunque luego tendrás que limpiar tú, pero da igual, ¡es divertido!), podrás hacerlo libremente en la comodidad de tu hogar. Puedes hacer tus propios conciertos como cuando estás en la ducha (sé que lo haces, no me mientas), actuar vídeos musicales, novelas y películas, pretender que eres famoso y que te están entrevistando; nadie te está viendo, ¡saca tu diva interior! Oh, tal vez te parezca mejor vivir con tu mejor amiga o amigo, ¡para tener aventuras! ¡Quedarse hasta tarde jugando videojuegos! Y no puede faltar el desorden, ¡hagan todo el desorden que deseen juntos! ¿Puedes imaginar todo eso? Pues los protagonistas de esta historia, sí. Pero a ellos no les fue tan bien como esperaban, pues la secretaria del edificio donde deseaban vivir hizo un desbarajuste con sus documentos y terminaron en una situación... incómoda. ¿Quieres verlos luchar día a día, al vivir con 11 desconocidos? Pues entonces, ¿qué esperas? ¡acompáñalos!