Mi familia y yo, fuimos a un pueblo ,muy lejos de casa, a pasar las vacaciones después de tantos días de clases y exámenes, creímos que la pasaríamos de maravilla, pero mi padre no hizo más que ponerse a trabajar durante el viaje, ni siquiera se hospedó en nuestro hotel, de hecho, un hostal, no, ni eso, la casa a la que habíamos ido no tenía ni cochera, y debimos dejar el auto en un lugar horrible, parecía una cárcel de autos. El tipo que nos abrió la puerta de aquel lugar me daba mala espina, era enorme, semicalvo y tenía tatuados ambos brazos. ¿A quién se le ocurriría dejar su auto, en manos de un tipo así? y en un lugar desconocido y apartado de todo, en caso de necesitar alguna ayuda... de todas formas, si yo decía algo no me oirían y se entercarían más. Sin duda las vacaciones iban a ser un completo desastre, pero no me imaginaba hasta qué punto.Alle Rechte vorbehalten
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