Creía que era completamente feliz. Pero esa total felicidad, esa perfección que creo que llegue a sentir, solo duro un efímero instante, y una fría aguja de realidad pincho la frágil burbuja donde vivía. En mi caso, esa aguja llevaba grabada la palabra muerte... Con el paso del tiempo mi sufrimiento fue adquiriendo otros nombres. Mi vida fue tomando otros rumbos; mis decisiones tuvieron sus respectivas consecuencias. He vivido en una montaña rusa, de momentos altos y momentos bajos. Pero el conjunto de todo eso ha logrado para mi algo con más significado, porque detrás de todo lo que ha pasado hay algo que me permite ser feliz. Hay personas que hacen que yo me sienta en mi lugar de bienestar.