Vestidos para una Flor

Hace un par de siglos atrás, un guapo y singular joven maestro de cierta familia noble encontró a una potencial fuente de inspiración para sus diseños de vestuario, así que decidió tomarla para sí mismo. Lastimosamente, incluso antes de intercambiar palabra, fue estafado por esa ingeniosa vendedora de flores.

Ahora adivinen.

¿Quién será esa señorita en realidad? Un brazo roto, callos en sus manos en vez de heridas de espinas y un sospechoso cabello negro como el carbón.

Dice que vende flores, pero es capaz de golpear a mercenarios que le doblan la altura hasta hacerlos rogar por sus vidas.

Dice que es una plebeya muy común y corriente, pero muchas personas la buscan y no precisamente para desearle los buenos días.

Por último, dice que los vestidos y las cosas dulces no combinan con ella, pero no puede quitarle los ojos de encima a ese ingenuo sastre.

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Inicio: 1/02/2020 (¡El mes de mi cumpleaños!)
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