Más que una parada, más que una casualidad

Esa mañana creí que alguien me observaba, lo ignore porque era tonto. Sin embargo continúe con ese presentimiento, porque se repetía continuamente. Mi rutina era la misma, clases, ir a mi hogar, estudiar y dormir. Todo era lo mismo, todo, hasta que un día, alguien entró en mi vida. Quien diría que en un abrir y cerrar de ojos una persona te puede cambiar la vida, pero lo que nadie se espera es si lo hace para bien, o para mal. Eso es lo que tendré que averiguar, tomando decisiones y siguiendo a mis sentimientos para que no pierda la cabeza. Simplemente todo tiene un principio y un fin en las vías de un Metro, ¿No es verdad?