Siendo hijo adolescente de un padre millonario y una madre en el negocio de los espectáculos, Doug Batchelor tenía todo lo que el dinero puede comprar; todo, menos la felicidad. Él consumió drogas, tuvo peleas en la escuela y albergó fantasías suicidas. Chasqueado consigo mismo, y convencido de que la vida no tiene sentido, Doug estaba decidido a obtener toda la diversión y emoción que pudiese hallar. Tiempo antes de terminar con su búsqueda, se instalo en una caverna en los cerros de Palm Springs, California. Y, a pesar de que su padre era dueño de un yate, un jet privado y una línea aérea, Doug llegó a revolver tachos de basura en busca de comida. La felicidad que Doug deseaba se le escapaba, hasta que un día comenzó a leer la empolvada Biblia que otro "buscador" había olvidado en su caverna. Lo que sucedió después solamente se lo puede describir como un milagro. ¡Un impresionante testimonio del poder transformador de la Palabra de Dios!