Uno cuando necesita dinero puede hacer lo que sea, unos roban, otros entran a un trabajo, otros se vuelven oportunistas, pero en mi caso, me volví una niñera, mejor dicho una NANA, ya que los cuido las 24 horas del día los 7 días de la samana, la verdad es que nunca he soportado a los niños, pero por alguna extraña razón cuando estoy con estos pequeños mi corazón da un brinco de felicidad, ¿será acaso que me empecé a encariñar de ellos? Ven a conocer a Sophia Valarth. Una historia con risas, romance, drama y algunos giros inesperados.