Buenas, me llamo Kyle Cross. Hago yo la sinopsis de esta porquería porque, conociendo al autor de esto, redactará una mierda tópica para ganar lectores de forma gratuita.
En fin, soy un detective privado de 34 años. De esos que se dedican a perseguir maridos infieles. Vivo separado de mi mujer y de mi hija porque le pegué una bofetada a la primera, hecho del que me arrepentiré toda la vida. También soy coleccionista de tampones, por si a alguien le interesa.
Resulta que, durante uno de mis casos, me encuentro con una pluma estilográfica que es capaz de materializar los sentimientos que escribo con ella. Al parecer, la ha creado una extraña silueta de otra dimensión llamada la Editora, y la mía es una de un total de seis que ha regalado a cinco posibles criminales. Y algo hay que hacer, claro.
Pues así es la sinopsis de esta mierda, en la que sufro como un desgraciado mientras lucho por detener a los Escritores y a la responsable de todo, al mismo tiempo que intento recuperar a mi mujer y a mi hija. Pero el pasado siempre vuelve, manda huevos.
También aparece un tal Peter Gutts. Es inspector de policía y eso, pero es un personaje irrelevante que a los dos capítulos se va. Así que no te encariñes mucho con él.
Me quedan 732 caracteres para acabar la sinopsis, así que aprovecho para comentar que aquí ocurrirá lo que al autor y a mí nos salga de los huevos. Y si encuentras cosas raras jódete: yo no soy escritor ni traductor, soy detective. Así que no me vengas con gilipolleces como "aquí hay incongruencias" o "no deberías narrar esta historia en pasado". Si no te gusta lo que lees, lo imprimes, lo enrollas y se lo das a tu madre para que lo use de tampón o de compresa, dependiendo de los ovarios que tenga. Pues las mujeres que usan compresas son de todo menos mujeres.
Kyle Cross dixit.
Hostia puta, 144 caracteres aún. ¿Seguro que hay que llenarlos todos? El autor de esto me ha dicho que sí...
Me cago en él.
-¿Sabe qué? -Me apoyo sobre su escritorio con el cuerpo ligeramente inclinado hacia él. Igual después de esto me despide, pero me da igual a estas alturas-.Métase ese cinco por ciento por el culo. Yo cumplí con mi deber. Y si no le importa, "señor", voy a rectificar el diseño que tantos millones le hizo perder.
Cierro la puerta de un estruendoso portón.
¡Qué carajos!
El cinco por ciento porque al señor Don delicado no le haya gustado el diseño. Estoy en mi oficina con el humo saliendo por mis orejas. Vaya día de mierda. Tenía planes ya con mi paga. Ahora todo se fue al diablo.
-Be...
-Ahora no, Ivette...
Bea Reyes es una mujer de treintaiún años que tras un infortunio, mete la pata dando así cabida en su vida a un Montecristo totalmente frío y marcado por una tragedia.
Un hombre que, tras conocerla y tratar con ella un par de veces -aunque de un modo descortés-, se fija en ella y se enamora de esa forma de ser tan peculiar suya que hasta la fecha, jamás había visto en ninguna otra mujer.
La relación irá viento en popa hasta que, desafortunadamente, una conversación lo cambiará todo de un modo drástico. Para bien. O para mal.
Queda totalmente prohibida la copia total o parcial de esta obra.
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He de decir que no me he basado en nadie para escribir esta novela. Todo es producto de mi imaginación. Y si alguien se siente indentificado, es porque le gusta lo que lee y eso, es muy bueno. ;););)
Y, por último, cabe destacar que esta novela no es una novela erótica, dada mi forma de narrar. Solo intento transmitir lo que este par despierta el uno en el otro.