"-Buenos días.-dijo cordial el moreno, extendiendo su mano en dirección al muchacho de los ojos verdes. Éste sólo lo miró con desprecio, haciendo una mueca de repulsión. -Ni se te ocurra tocarme, inmigrante. Debes estar lleno de enfermedades, no gracias.-murmuró, girando sobre sus talones para volver a su habitación. Vic estaba perplejo." Nada de lo escrito en ésta historia es verídico, sólo es una broma.