Dicen que las mujeres tenemos dos caras por naturaleza y desarrollamos las demás a lo largo de la vida. Yo... odio a casi todo el mundo y me odio a mi por esconderme tras una sonrisa para mi propia seguridad. No soy como piensan que soy, no porque mi madre se haya casado mas de cinco veces y haya tenido mas de veinte amantes signifique que soy igual a ella. Esta vez si lo are. Ya tome mi decisión y no hay vuelta atrás. - Te amo Mayra. -me dijo este en medio del silencio pero no conteste. - Eres un idiota Jay -le respondí mirándole a la cara con mucha seriedad -un idiota demasiado amable. -concluí yo con un pequeño beso en la comisura de sus labios. Esta vez. A partir de ahora. Seré quien realmente soy.