Pretendíamos amar

De pequeños comenzamos a buscar el amor, supongo que es algo natural de los seres humanos, tanto como hacer pichí. Yo me acuerdo, bueno no me acuerdo más bien me cuentan, que cuando tenía unos tres años peleaba con mi mamá porque mi papá era mío y no de ella, estaba enamorada de él. Cuando entré al colegio me gustaba un niño distinto cada mes, era muy tímida así que jamás hice nada al respecto, pero fantaseaba un amor ideal con cada uno de ellos. A los doce di mi primer beso en una fiesta, creí que sería una gran historia de amor, pero no volví a ver más al niño hasta como los dieciséis. Una vez hasta inventé un novio falso, y lo peor es que creo que todos sabían que mentía. Al llegar a la media supongo que me puse guapa y le empecé a gustar a mis compañeritos, tuve un par de relaciones que nunca llegaron a concretarse, sus coqueteos locos, abracitos y tomaditas de manos pero nada. También tuve un novio con el cual duré tres meses porque mi mamá decía que era muy flaite para mi y nos hizo terminar, aunque si era flaite.
Toda una vida buscando el amor, una búsqueda llena de fracasos porque siempre esperas a un chico que existe solo en tu mente, pero cuando tienes veinte ya asumes que tu hombre ideal no existe, y que si existe eres tan, pero tan "no-ideal" que serías última de descarada si esperas que ese mijito rico, 1.90, morenazo, caballero, romántico, sensual e intelectual se fije en ti, así que empiezas a buscar por todas partes a un tipo que te haga sentir amada o sino vas a terminar sola, amargada, con gatos y gatos feos porque por alguna razón nunca puedes tener esos gatitos lindos blanquitos y peludos que tiene la gente bacán, y para más remate sabes que nadie te cree ni te va a creer cuando dices "¡pero si estoy feliz soltera, soltera se pasa la raja!", y es ahí cuando en tus tardes solitarias sin novio te metes a omegle y tu vida se va al excusado, porque te terminas enamorando de alguien que no conoces y no funcionar