Haciendo jugo con mi media naranja

April parece ser una mujer feliz. De hecho lo es, se siente realizada luego de que su arte corriera por el mundo; la afamada escritora divide su vida entre una fundación y su ajetreada vida ¿social? No, no tiene nada de eso. Sola se ha construido un mundo porque no confía en casi nadie, solo en sus mejores amigos homosexuales, quienes emprenderán un largo viaje para casarse.

Al quedarse sola y al frente de una fundación, con dos proyectos en mente, un perro, su fastidiosa madre y una carrera de modelo despegando, April no tiene otra opción: contrata un asistente o muere. Sin embargo, aquella mujer está aterrada de conseguir a alguien nuevo para su rutina, alguien que... ¿conozca como en verdad es?

¿Por qué no quiere? ¡Hicieron jugo de naranja con ella y lo mezclaron con limón, para que más le ardiera! April te cuenta la historia de cómo exprimieron sus sueños en un cúter y de como ella, con total frialdad exprime los corazones.

No es el diario de una perra, sino de una naranja partida por la mitad.

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