Lydia Martín, abandonada por sus padres nada más nacer. Es criada por las monjas en un orfanato de Beacon Hills. No sabe muy bien que es ser independiente, pero tiene que abandonar el orfanato al cumplir sus dieciocho años. Fuera de esa cárcel tiene solamente a una persona, su mejor amigo, prácticamente su hermano
En el tema del amor no anda muy bien, es más, nunca ha estado enamorada. Si, suena raro no haber estado enamorada nunca teniendo dieciocho años. No sabe expresar sus sentimientos, nunca ha sentido "mariposas en el estómago". Tiene la autoestima por los suelos. Aunque es una chica preciosa de pelo cobrizo y largo y unos ojazos verdes capaz de enamorar a cualquiera.
Tendrá que aprender a independizarse y quién sabe... Tal vez encuentra a aquella persona que tanto tiempo lleva esperando.