Siempre salgo a enfrentar el mundo con la mejor sonrisa, camino en la calle como una persona segura de su misma, la frente en alto y dispuesta a dar lo mejor de mi. Trabajo, estudio, casa, dormir. Mi rutina era simple, tranquila, monótona. Todo marchaba bien hasta que llegó esa carta, ¿casualidad o destino? ¿Karma o bendición? No lo se, pero desde ese día mi vida dio un giro radical.All Rights Reserved
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