Y vamos caminando mientras la ignorancia y el dolor hacen de las suyas con nuestro corazón, caminamos mientras nos cortamos con pensamientos y lamentaciones.
Caminamos con enojo, juzgamos a cariños no correspondidos, ponemos en tela de juicio el cariño ajeno, tiramos palabras mal intencionadas al aire, con el deseo de herir al sentimientos o a la persona -Lo que primero ocurra-, sin medir palabras, sin medir las consecuencias, solo lo hacemos sin pensar en una razón, sin pensar en si sera como un bomba para el otro o si simplemente son palabras que se las lleva el viento.
El trabajo de amar es difícil, y mas el proseso, es entendible; Pero no por eso podemos ser presa de la frustración, del rencor por no ser apreciados, por no ser amado.
No hay que coger las palabras como piedras, como cuchillos que quieren ser enterrados en el corazón de alguien.