Valentina era sin duda la descripción perfecta de "daño". Y aunque toda ella indicaba que iba a lastimarme, aún así me acerque, y me quede hasta que se decidiera a lastimarme, pero no lo hizo, sólo me miró y decidió marcharse. No podía verla. Y a decir verdad creo que ella nunca supo verme a mí, yo estaba ciego, y ella estaba decidida a nunca darme una oportunidad.