~Sinopsis~ ¡Wow! Nunca había visto algo parecido, algo tan hermoso y algo que me llegara tanto al corazón.. Eran unos ojos bellísimos, en realidad no encuentro palabras para describir su belleza… eran color...miel quizá? un miel...café clarísimo, profundo… se posaban sobre los míos, completamente diferentes a ellos, los míos son azules, como si estuvieran en un eterno cielo, no comparado con el paraíso que estaba viendo, esta mirada a cambio reflejaba una luz incomparable, se acercaban lentamente, cada vez más y más… hasta tenerlos a sólo unos milímetros de mí, nuestras miradas se habían cruzado desde el primer momento y desde entonces no se separaron… tantas cosas trataban de decirme, pero sin una sola palabra, no las necesitábamos… mi corazón latía fuerte, mi respiración se agitaba, la distancia era mínima… ya no sabía qué hacer, qué pensar, era imposible manejar mi cuerpo, mis movimientos quedaron completamente a merced de esos ojos … estábamos tan juntos que podía escuchar la respiración también agitada del dueño de esos ojos, el latido acelerado de su corazón… esos labios… ¿por fin dirían alguna palabra? Todo parecía que así sería… escucho algo en un tono de voz muy bajo… ¿qué está diciendo?... “_______(tn)...” -Me lo repites?– (decía yo…) “______(tn)… cariño… anda, levántate…” -¿Eh? No entiendo… “Anda..., tenemos muchas cosas que hacer…” -¿Osea como? – (Dije levantando mi cabeza de la almohada). ****: Que te levantes, hija, tenemos poco tiempo… - ¿Mamá? ¿Dónde se fue? – (Pregunté, aún dormida). TM: ¿Dónde se fue quién _______(tn)? Tuviste un sueño seguro. - ¿Un sueño? – (Me negaba a creerlo, me agarraba la cabeza y miraba a mi alrededor). Tm: Sí, ______(ta), un sueño, anda levántate. - Ya voy mamá. – (Le contesté mientras me sentaba en la cama y me fregaba los ojos). ¡No puedo creer que haya sido un sueño!
Zoe y Axel son polos opuestos y, a la vez, muy similares.
A él le encantan las matemáticas; ella las odia.
Él es reflexivo; ella le da muy pocas vueltas a las cosas.
A él no le gusta el chocolate; a ella no le importaría alimentarse de por vida a base de dulces.
Los dos sienten que no encajan, los dos agradecen el silencio y los dos desconocen lo que uno siente cuando se enamora.
Aunque quizá el punto de unión más importante entre ambos es que los dos están a punto de averiguarlo.
***
Zoe tenía un plan ideal para el verano: sus días se iban a resumir en comer, dormir y ver series. Nada de estudiar, nada de trabajar y, por supuesto, nada de conocer gente nueva.
Sin embargo, su plan se ve frustrado cuando descubre que ha suspendido la asignatura que más odia y que tendrá que repetir el último examen al final del verano. Y, por si eso no fuera poco, por culpa de un chico insoportable acaba aceptando un puesto de trabajo como camarera en la cafetería donde él también trabaja.
En un principio, la situación le parece un desastre; es todo lo contrario a lo que ella buscaba, pero, al fin y al cabo, lo que importa no es lo que uno busca, sino lo que encuentra.
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Tercer libro de la saga Amores Platónicos, aunque se puede leer de manera independiente, es decir que NO NECESITÁIS HABER LEÍDO NINGUN OTRO LIBRO PARA ENTENDER ESTE.
Destacada del mes en Novela Juvenil 08/2021
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