No dudes en seguir corriendo. No mires atrás, no te atrevas a mirar atrás. Ellos saben que estás asustado. Te persiguen, y no dejarán de hacerlo. Sal del bosque. Escóndete. No grites. No llores. Ellos se alimentan de todo eso. Muévete más rápido, sino, te atraparán. Y lo más importante, si no te han visto, ocúltate, guarda la calma. No hagas ruidos. Sal de allí cuanto antes. Se vuelve piedra el que la aventura anhela. Silencio, ellos pueden escucharte.