Las palabras tenues se acostaba con delicadeza en la orilla de mi cama Se acostaban con suavidad, la misma que se acaba al tocarme. Silencios nos acobijaban mientras un pecado ocurría. Me tocabas la espalda, me quitabas la culpa, me aferras hacia a ti, como si fuera a caer en un acto tan sucio que nos culparan y mataran, con miradas y estereotipos. La mañana se alza, tan omnipotente que te escondes en un papel del que nadie sospechara. Pienso en los besos, en las caricias que me brindara mi fantasma en la noche -El alma se me excita- Quiero correr, que dar dormido y esperar esa visita , esperar eso latidos, que sacuden mi ser, mientras toman poder.All Rights Reserved
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