Él era un ex estudiante de arte que se había dado por vencido con la pintura. Él era un reconocido revendedor de arte. Pudo ser la historia más cliché de todas las historias, realmente pudo. A Harry le hubiese gustado que fuese así. Pinturas no autorizadas, intentos de demandas, exageradas cantidades de alcohol y aún mayores de resacas. One shot largo.