-¿Podrías hacer menos ruido? Por las noches hay gente que quiere dormir o estudiar. -¿Y tú podrías dejar de dar golpes con la escobita? Así no hay quien pueda "hablar" con sus amigas. Contestó él con una sonrisa en la boca, la cuál me hace perder los nervios. ¿Cómo puede ser que alguien a quien detestas por ser un Playboy te atraiga al mismo tiempo? [...] Cuando me doy cuenta tengo las manos en su nuca, y él las suyas en mi cintura. Me agarra firmemente y con suaves movimientos me acerca cada vez más a el, y entonces lo comprendí todo. Cómo en la cama lo haga igual de bien que besar ya entiendo porque cada noche hay una chica diferente en su casa, y está idea me enfurece sin saber porqué.