-Por favor... déjame ir-suplico sollozando.
- No, Daniela, a partir de hoy tú me perteneces, tu vida me pertenece y cada parte de tu cuerpo me pertenece- soltó, y mi corazón se detuvo al escuchar sus palabras.
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Mi nombre es Daniela, y me convertí en la obsesión de Marcos West un chico cruel y despiadado.