¿Alguna vez te has preguntado si es lógico luchar contra el destino? Cuando la vida te golpea duramente, es algo que comienzas a preguntarte. Es increíble cómo pueden cambiar las cosas en una sola noche, solo por encontrarte en el lugar incorrecto a la hora equivocada. Lo interesante es ver cómo esas cosas aparentemente negativas y a las que odias por dicho motivo, pueden llegar a convertirse en algo tan especial en tu vida como me sucedió a mí.
Mi destino había sido escrito por las personas que estuvieron antes de mí, sin siquiera detenerse a preguntar cómo me afectarían sus decisiones. Siendo honesto, no los culpo. Creo que mis decisiones afectarán a otros, así como un efecto mariposa.
Sin embargo, si algo he aprendido a lo largo de mi vida, es que cuando un destino te es impuesto a la fuerza, solo tienes como opción: o luchar contra él, o acatar la sentencia que te dicta. Y no soy el único condenado por las sentencias del destino.