Hoy era una noche lluviosa en el año de 1890. La lluvia estaba un poco fuerte así que sólo se escuchaba las gotas chocar contra aquel suelo de aquella época pero también se escuchaban los pasos de alguien, mejor dicho de una bella chica a la cuál se le calculaban no más de unos 18 años, lo extraño a la vista era su singular vestido de novia... Pero había algo que no estaba bien en este mismo ya que estaba roto y desgastado algo no muy normal... Pero era extraño de esta bella chica andar a tales horas cuando normalmente nadie salía. Pero su apariencia no era normal, esta chica tenía su largo y rizado cabello de un color negro azabache el cual no estaba recogido además de estar muy alborotado por lo cual le cubría su rostro un rostro el cual en ves de tener un claro color aperlado pero este era muy pálido asemejando una hoja de papel y sus mejillas ya no yacían de un vivo color rosado que fue remplazado por un azulado al igual que esos labios finos pero a la ves carnosos de un color carmesí que ahora era un rojo apagado, pero avía algo siempre destacaban en ella y eran sus hermosos ojos los cuales eran de un color celeste llenos de luz y bondad y ahora... Bueno... Este es de un color apagado y sin vida ya que sólo cuenta con uno ya que en el otro ay una cuenca vacía. Bueno dejemos a un lado el rostro de esta chica y pasemos a lo demás. Esta chica para ser tan joven tenía un cuerpo muy desarrollado y curveado, con unas piernas largas, pero algo distinto y a la vez perturbador que a cualquiera asustaría y es que en su rostro además de la falta de un ojo avía una herida en su mejilla la cual mostraba un trozo de carne putrefacta y gracias a una parte rota de aquel vestido dejaba a la vista una de sus piernas la cual al igual que su mejilla mostraba una gran parte de carne pútrida y hueso gastado al igual que su brazo izquierdoAll Rights Reserved