Recuerdo ese dia como si fuera ayer. El día en que me convencí que el amor es una fuerza inquebrantable, ese dia en que la vi abrir sus ojos por primera vez supe que sería para mi, esos ojos azules se convirtieron en mi razón de existir, desde ese momento sentí que nunca la dejaría. Me convertí en su sombra, aunque ella no se diera cuenta yo siempre estuve allí en sus tristezas, en sus alegrias, en sus fracasos y en sus victorias, ahora siento que no puedo seguir viviendo si no estoy cerca de ella, haría cualquier cosa por ella, sería cualquier cosa que ella necesitara. Para algunos ser un ángel es perfecto, para mi no es precisamente así si ella no está conmigo.